¿Por qué Internet nos hace más envidiosos?

La envidia es un sentimiento natural en los seres humanos que nos hace desear algo que alguien tiene y que nosotros no tenemos.

¿Qué es el sentimiento de envidia?

Si la envidia es sana, nos anima a mejorar y a conseguir aquello que los demás ya han logrado. En cambio, si la envidia es malsana, nos inclina a intentar destruir aquello que los demás han conseguido, aunque lo hayan hecho con mucho esfuerzo.

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Cultivar la envidia sana tiene efectos positivos, porque nos motiva para trabajar más duro con el fin de alcanzar aquello que otros tienen y que nosotros deseamos.

¿Por qué se produce la envidia?

Las personas envidiosas suelen estar más atentas a lo que pasa a su alrededor, y quizás por eso son envidiosas. La misma fuente dice que en general prestamos más atención a aquellos que tienen cosas deseables, quizás, para averiguar cómo las han conseguido o, quizás, para detectar fallos o debilidades que los hagan parecer menos atractivos a nuestros ojos.

La envidia nos hace más cooperadores

El miedo a que los demás nos envidien generalmente hace que las personas se comporten de manera más cooperativa y que tiendan a ayudar a aquellos que están en peor situación.

Internet nos hace más envidiosos

En la era de Internet, la envidia suele aparecer cada vez que vemos una foto en una red social que alguien conocido ha colgado en la que se muestra algo deseable, ya sea un coche , una casa, o unas vacaciones en el Caribe. Este fenómeno se conoce como Envidia del Estilo de Vida (Lifestyle Envy) y está muy extendida hoy en día.

La envidia nos impulsa a consumir

Cuando la foto pertenece a alguien cercano, la envidia se transforma en una presión tal que nos induce a consumir aquello que acabamos de ver en Internet. Si no podemos comprar las cosas que nuestros conocidos y amigos cuelgan en la redes sociales, entonces la cosa puede incluso acabar en una depresión.

¿Qué es la privación relativa?

Según otra investigación, la comparación constante con nuestros iguales (amigos, parientes, compañeros de trabajo) hace que aflore lo que se conoce como “privación relativa”, un término sociológico que explica el malestar que sentimos cuando no podemos tener todo lo que tienen las personas de nuestro entorno, aunque, objetivamente, tengamos muchas cosas.

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