La influencia sobre los demás dependiendo de la Atención y el Estado de Ánimo

Según investigaciones recientes, recogidas en un artículo publicado en la revista Cognition and Emotion, la relación entre el estado de ánimo (emociones) y el cambio de actitud o de opinión depende de la atención (elaboración) y de la validez subjetiva (auto-validación) de nuestros propios pensamientos.

En concreto, la relación entre lo dos factores se produce de la siguiente manera:

Cuando estamos prestando poca atención a alguien que intenta persuadirnos de algo (elaboración baja), es decir, no reflexionamos sobre ello, la relación entre el estado de ánimo (emociones) y el cambio de actitud o de opinión es directa (en el sentido de la valencia de la emoción), es decir, si nos sentimos mejor, cambiamos de opinión, pero si nos sentimos peor, seguimos pensando igual que antes.

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Si estamos prestando atención (elaboración alta) y reflexionamos sobre los argumentos que utiliza la persona que intenta persuadirnos de algo, el estado de ánimo (emociones) previo bueno o malo (valencia) hace de sesgo, es decir, inclina a favor o en contra) a la hora de valorar los méritos de dichos argumentos, es decir, que según sea el estado de ánimo previo positivo o negativo, así calificaremos los argumentos de convincentes o no. Por decirlo de otra manera, nuestras emociones previas actúan como un argumento más a favor o en contra de la postura que está defendiendo la otra persona.

Pero si el estado de ánimo (emociones) cambia a raíz de escuchar los argumentos del otro, puede que cambiemos de opinión dependiendo de que el cambio nos haga dudar o no de la validez de nuestros propios pensamientos (auto-validación), por ejemplo, haciendo que nos gusten o disgusten (validez afectiva) o que dudemos o no de que sean los correctos (validez cognitiva).

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