Se ha comprobado que utilizar demasiadas estrategias de marketing con un cliente puede ser perjudicial, ya que si el cliente las detecta, puede sentirse manipulado y ponerse a la defensiva. Cuantas más estrategias se utilicen, más probabilidades hay de que esto ocurra.
También se ha visto que la posibilidad de convencer a un cliente utilizando estrategias de marketing no sólo depende de la efectividad de la táctica, sino que también depende de que la persona la conozca.
Por ejemplo, según un reciente estudio de investigación publicado en la revista científica Journal of Consumer Research, las personas que tienen conocimiento de las tácticas y estrategias que se utilizan con frecuencia en marketing desarrollan mecanismos de defensa para contrarrestarlas.

Otro ejemplo, aquellos clientes que conocen las estrategias de precio que suelen utilizar las empresas son menos susceptibles a ofertas del tipo “descuento del 50%”.
De hecho, estrategia de marketing que funcionaban hace años han dejado de funcionar a medida que las nuevas generaciones adquieren los conocimientos necesarios para contrarrestarlas o, simplemente, ignorarlas.
También se ha comprobado que las estrategia de marketing resultan menos efectivas cuantos más conocimientos tiene el cliente sobre el producto, el sector o el mercado. Es decir, es poco probable que un cliente que conozca perfectamente un determinado mercado cambie de opinión, por muchas estrategia de marketing que se utilicen. Por eso, las empresas deben desarrollar continuamente nuevas estrategia de marketing si quieren incrementar sus ventas.
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